01 abril, 2006

La realidad de las personas que quieren emprender

Con mucha frecuencia hablo con gente que tiene ganas de hacer su propio negocio o crear su empresa. Cada vez más escucho a profesionales cansados de sus empleadores por varias y distintas razones, pero hay un punto en común a todos y es la sensación de estar trabajando para otro de tal forma que no compensa con lo que obtienen. La sensación de estar dejando todo por un trabajo que no llena por completo, que su paga no es suficiente para comprar lo que se quiere y de que uno siente estar capacitado para lanzarse a aventuras más importantes, es lo que piensan hoy muchos jóvenes trabajando en dependencia.

Por otro lado, creo que existe una grandísima cantidad de oportunidades para gente con ganas de hacer algo distinto, y muchas de ellas pueden comenzar a hacerse a la par del trabajo actual. Lamentablemente, veo en muchas personas que finalmente no se deciden por hacer algo, y es que un trabajo con un sueldo seguro a fin de mes parece pesar.

Pero la verdad es que creo que aunque existe mucha gente muy capaz (con capacidad y además con capacitación), no existe tanta gente que quiera sacrificar fines de semanas, o tardes luego del trabajo para poner en movimiento un proyecto. Tampoco veo que haya muchas personas con la insistencia y la tenacidad que se necesita para esto. Cada vez me convenzo que las características personales de quienes tienen éxito son casi o más importante que la idea misma. Solo pensemos cuántos proyectos han pasado por nuestra cabeza y hemos sentido que son una buena idea, pero nunca nos tomamos el tiempo y trabajo de explorar esta oportunidad hasta el límite de poder decir: “si voy adelante” o “con seguridad no es una buena idea”. Es que no me extraña que la mayoría de estas ideas queden aparcadas en un cajón.

Qué nos falta? Qué deberíamos hacer? Yo creo que lo primero que hay que hacer es sincerarnos con nosotros mismos. Nunca llegaremos a nada si esperamos que venga en bandeja de plata. Si realmente queremos seguir adelante, creo que hay que empezar por entender que nuestra cómoda vida va a ser interrumpida y que si pretendemos analizar una posibilidad de proyecto a la par de nuestro trabajo hay que sacrificarse.

Lo que espero es que si llegamos al punto de corroborar que el proyecto es atractivo, tengamos la fuerza para decidirnos a jugarnos y llevarlo adelante ya que esta etapa termina siendo decisiva para la creación de una empresa. Tristemente, cada día me convenzo más que son muy pocos los que han nacido para esto, pero no pierdo las esperanzas que cada vez sean más.

2 Comments:

At abril 08, 2006 12:01 p. m., Blogger Cecilia said...

Manuel qué alegría!!!Que bueno que escribas.

No fue mi intención de expresarlo como autoexculpación, sino más bien porque veo tan poca gente que se lanza a analizar algo y que lo completa hasta el final, se compromete y lo implementa realmente y tanta que quiere hacerlo pero no se mueve, queda en el deseo. Y creo que es cuestión de personalidad...Yo particularmente me intento mover, pero es complicado encontrar que alguien que puede trabajar contigo para la idea, se comprometa tanto como uno. No me gustaría, como dices, de que eso sea un "consuelo" para quienes no hemos emprendido...

 
At abril 16, 2006 10:09 p. m., Blogger Robr said...

Es interesante: ¿qué lleva a alguien a hacer algo o a no hacerlo? Yo, desde otro punto de vista ligeramente distinto seguramente, me lo preguntó muchas veces. Me gustaría poder decir algo sobre el tema, pero la verdad que no lo sé. Es muy, muy interesante esto. Tengo la sensación que no se le da la suficiente importancia, puede ser una sensación equivocada; y sin embargo, a mí me parece que aquí hay una pregunta "clave".

Interesante.

 

Publicar un comentario

<< Home